viernes, abril 21, 2006

Una de tv: ¿Por qué funciona C.S.I.? (Segunda parte)

También está Catherine Willows, la atractiva exbailarina que fue sacada del mundo de los clubes de strippers de Las Vegas por quien se convirtió en su mentor y la llevó a despertar su instinto policial (siempre he encontrado valor simbólico en la forma como la ciencia rescata a Catherine de un mundo de superficialidad y apariencias). Luego el ludópata Warrick Brown, un hombre joven a quien las figuras de autoridad generan conflicto. El típico norteamericano es Nick Stokes, un hombre sencillo, en gran medida sumiso y dedicado a su trabajo. Sara Sidle, la mujer que ha reprimido totalmente su vida privada para ser un mínimo engranaje en la maquinaria de la ley. Y también está Eckley, el burócrata necesario, el jefe impuesto, el inepto cuyo cargo es al menos dos tallas más grandes que él.
Y el capitán Jim Brass quien realizó el viaje inverso del laboratorio forense a la división de homicidios y va tratando de proteger el recuerdo de su hija en cada caso que involucra jóvenes.
Aquí comienza mi descuerdo con el análisis de Ballard, quien comenta: “Los espectadores saben que las únicas personas que muestran emociones son las que están a punto de morir. La ausencia de emociones se extiende al elenco, que nunca expresa un destello de ira o aversión. Los miembros del equipo no tienen relaciones entre sí, y hay pocas rivalidades y nada de romance. Casi nunca vemos dónde viven ni sabemos mucho de ellos.” Realmente esto es falso.
Catherine constantemente está constantemente enfrentada a lo que hubiese sido su vida de haber seguido como bailarina y ve en cada asesinato de sus antiguas colegas la ineludible exigencia de la búsqueda de justicia por solidaridad.
Todos los miembros del equipo ven a Gil Grissom como una especie de figura paterna, él parece cansado y poco dispuesto a asumir este papel. Warrick, ante el momento del secuestro y casi muerte de Nick pone las cosas en perspectiva y decide casarse con su novia. Es cierto, no sabemos todo lo que podríamos saber sobre la vida personal de los personajes. Pero la emoción es un motor fundamental en sus acciones y sus interrelaciones.
Por emoción Grissom es capaz de continuar buscando evidencias que puedan salvar a quien presume inocente. Por emoción Catherine puede extralimitarse en algún interrogatorio a un hombre sospechoso de asesinar a una niña.
De manera que la naturaleza humana y las emociones que genera son uno de los puntos de atracción de CSI.

jueves, abril 20, 2006

Una de tv: ¿Por qué funciona C.S.I.?

Crime Scene Investigation comenzó como una serie destinada a responder a los gustos de una audiencia que ya había sido bastante sensibilizada por otras que, como The X files, habían hecho de lo macabro y misterioso el marco de su acción. Hoy en día se trata de un franquicia que cuenta con la original, con sede en Las Vegas, y sus versiones en Miami y Nueva York.
Me declaro fanático de la serie y, en mi carácter de escritor, profesor de escritura creativa y entusiasta de las formas de producir ficción, me voy a dedicar por un par de días a comentar por qué considero que C.S.I funciona.
La idea original parte de la lectura de un artículo del escritor J. G. Ballard, autor de la novela en la cual está basada la película “Crash” (no la del Oscar de este año sino la de David Cronenberg de hace unos cuantos años atrás), en el cual se analiza la serie. En algunos puntos coincidimos pero son aquellos en los que diferimos profundamente en los cuales quiero detenerme.

Primera parte: el tema de C.S.I.
Aunque parece evidente pensar: el tema de C.S.I. es, digamos, la búsqueda de justicia de un grupo de científicos forenses. Para mí el asunto es muy complejo. Caso a caso, C.S.I. expone como tema excluyente la naturaleza humana, la diversidad de sus manifestaciones y sus lados más nobles y más grotescos. Cada sospechoso que va armando una cadena de mentiras que pronto intuimos que será su condena es un sujeto de laboratorio para una determinada patología.
La transformación de un aparente transeúnte inocente en sospechoso y de allí en perturbado criminal forma un manual de decadencia y descomposición humana. Cada uno de los móviles de los asesinatos alimentan una convicción de que, bajo las ilusiones de la percepción y las ambiciones cotidianas somos capaces de cualquier cosa.
Porque es ése el verdadero drama: a veces podemos hacer el vínculo con alguna situación propia en la cual nosotros decidimos de manera civilizada pero, de cualquier manera, hay dentro de nuestra mente, seguramente, la sombra de un potencial asesino.
Pero, a la vez, se encuentra la naturaleza humana de los forenses. Gil Grissom tiene el peso constante de ser la voz racional de la ciencia, de ser escéptico a toda prueba, de venerar a un dios elusivo como las evidencias, de restringir sus sentimientos para no contaminar su observación, pero esta deformación laboral ha permeado en su vida personal y se ha convertido en un ser aislado entre insectos, teorías y desprecio por el aspecto burocrático de su trabajo (continúa mañana)

miércoles, abril 19, 2006

Un blog

“Una cosa digna de hacerse es su propio propósito y significado. No haga nada como un medio hacia algo más.” Sri Nisargadatta Maharaj

Esta nota es simplemente una justificación para el tiempo que estoy dedicando y que dedicaré a dejar algunas notas -espero que diariamente- en este blog. La cita es de un libro que últimamente s eha convertido en uno de mis favoritos: "Yo soy Eso".
Termino con otra cita del mismo autor: "Sólo acontece lo necesario".